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CAOS


Hace mucho, mucho tiempo… El sentido común había desaparecido, nadie podía encontrarlo, la libertad estaba en aislamiento social preventivo, la responsabilidad se sentía amenazada, buscaba culpables y no los podía identificar.
Los sentidos entraron en pánico. El olfato se convirtió en una verdadera estrella, todos lo querían testear. Al tacto le recomendaron mayor higiene y estricta cuarentena de caricias. A los ojos los ocultaron para protegerlos, solo obtuvieron permiso de pantallas. El oído quedó tapado de malas noticias. El gusto tuvo revancha, todos querían deleitarse con él.
Las últimas noticias dicen que nos achicamos para agrandarnos, nos despojamos para enriquecernos, nos alejamos para juntarnos más que nunca.  La cordura intentó dominar la locura para volver a la normalidad, no consiguió adhesión, ya nadie sabía si era lo más recomendable. Las dudas existenciales afloraban y crecían por todos lados. Llenaban los parques y las plazas.
El caos agazapado miraba y se relamía detrás de cada rincón de las ciudades desoladas. Cada tanto movía una ficha y todo saltaba por el aire, era su triunfo.
Pero… un día, se encontró con una conocida lejana, llamada Creatividad. Él  abrió el juego, seguro en su arrogancia, para ver qué respuesta le tenía preparada. Ella desplegó todas sus artes, hasta rendirlo. Terminó encerrado en su burbuja, encapsulado para siempre.

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