Se había acostumbrado a la tele, a la compañía del Presentador. Todos los días, todas las noches. Era uno de los pocos programas que aún salían en vivo. Le gustaba el estilo del Presentador: simpático, natural, hablándole siempre a la cámara. Se lo sentía cercano, como si estuviese ahí mismo, compartiendo la cena. Y, anoche, cuando le preguntó cómo iban a seguir las cosas allá afuera, hubiese jurado por su vida que el Presentador le contestó.
SE LEVANTA LA CUARENTENA - Hola Mamilik. Escuchaste la noticia. - Hola Papilik. No escuche nada. - El sábado se levanta la cuarentena. Ahora si. Se acabaron las palabras. Se terminaron los cuentitos. ACCION. - Que alegría, Siii basta de cuentitos. - Cenamos como era antes, ¿ en tu casa, cuando cumpliste los cuarenta? - Siiii, preparo la comidita que te gusta. - Llevo 2 botellas de champagne. - ¿No será mucho? - Hay Malilik, ¿Y la catarata? - Hay que loquillo. Estas terrible Papilik. - ¿No sabes lo que te espera? Lo tengo todo plane...
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